miércoles, 31 de diciembre de 2008

Nadie tenga en poco tu juventud II - (para jovenes cristianos)

Nadie tenga en poco tu juventud II Mateo 5:14
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Ciudad de Dios se está construyendo en lo más alto de carretera a El Salvador. Nosotros si queremos alumbrar a los que están en casa, ponemos la luz sobre la mesa, pero si queremos alumbrar una ciudad, la ponemos en el monte. Somos el proyecto más grande de todo el país para la Gloria de Dios. La construcción como tal no es un sueño, sino lo que vamos a conseguir con ella. Si nosotros quisiéramos congregar a todos en la bodega donde estábamos, tendríamos que hacer 30 servicios. Eso hubiera sido algo imposible, hablando terrenalmente. Ahora hacemos cinco y vamos para seis servicios, y estoy seguro que lo que hacemos acá va avanzando. Es una cosa muy práctica de pensar.

Habacuc 2:1-4
Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

Yo vivo por mi fe. Fe es la certeza de lo que espero, la convicción de lo que no se ve. Voy a amarrar esto bien. Primero, si fe es la certeza de lo que espero, todo el que dice vivir por fe, me tiene que mostrar lo que espera. Algunos dicen: “Yo vivo por fe, pero se refieren a ser mantenidos de la nada”. Casi siempre usan el termino “vivir por fe” para el sostenimiento económico, porque el que abre su restaurante puede decir lo mismo, pero más te vale cocinar bien o va a tener que cerrarlo. Ese cliché se mal utiliza, espiritualiza de una forma equivocada. Aquí dice que el justo, no el haragán, vivirá por su fe. A veces, no sabemos cuál es la energía para nuestra vida y es la fe. Hay una medida de fe que a todos nos han dado y hay un don de fe que está por encima de toda medida. Si el justo vive por fe y fe es la certeza de lo que se espera, lo que te alimenta es algo que estás esperando, algo que no tienes, de lo que un día quiere llegar a tener. Los mal calificamos de arrogantes cuando quizás lo que tienen es fe. Una persona se paró y dijo: “Quiero llegar a tener un yate”, y el otro le dijo: “Eres un vanidoso”, pero yo le dije: “Por lo menos él usa su fe”. No es pecado hacer uso de la fe y no es culpa de aquellos que hemos alcanzado algo por fe, que los otros no la usen. Dice la Biblia: “Imitad la fe de vuestros pastores”. Quiere decir que los pastores tenemos que estarnos metiendo a nuevos proyectos. Si tengo fe como pastor, tengo certeza de lo que espero, es estar convencido de lo que no se ve.

Ve al barrio que más te gusta vivir, junta un poco de tierra, métela en un frasco y di: “un día voy a vivir sobre esa tierra”. Todos los que estén al lado, diciendo que no lo lograrás, ni te juntes con ellos. El justo vive por lo que espera. Dime qué esperas y te diré qué tan vivo estás. ¿Qué nos mantiene vivos? ¿Lo que ya tenemos o lo que nos hace falta de alcanzar? Fui, hice la negociación por una tierra, ahí estuvimos varios orando por la tierra. Yo llevé a una persona a caminar y le dije: “Aquí va haber un templo, aquí una universidad”. Cuando agarramos la tierra, Rodolfo estaba viendo la negociación legal de eso. Dije: “Vamos a pedirle a la gente su promesa de fe”, cuando en eso, se desaparecen los dueños del terreno, luego llaman para decir que se echaron para atrás. Toda mi carga era: “¿Ahora cómo le digo a la iglesia que no hay terreno? Para mí fue como si la tierra se abriera y me estuviera tragando. Fue devastador. Yo me encerré en un cuarto del hotel, y empecé a reprender al diablo; si no tiene cola ahora, es porque yo se la arranqué. Luego fuimos a cenar y Efraín andaba conmigo, me quería consolar, pero yo le dije: “Todos los versículos que me querrás sacar, ya me lo sé”. Así que simplemente me siento mal. Al día siguiente tenía un congreso, me sentía decepcionado, triste, con la depresión. Y le dije a Efraín: “Te voy a decir algo y espero que Dios no esté oyendo, oí la oferta, la forma de pago, llamé a Rodolfo y le pregunté si alguna vez yo había oído algo de Dios y luego no era? El dijo que no. Dios sabe que soy su amigo y que cuenta conmigo para vida y para muerte, por eso me hizo eso. Porque cuando uno ve su sueño amenazado, se turba. Estábamos ahí y me sentía terrible y le dije: “¿Cada cuánto aparece un hombre que a Dios le cree por tanto?”. Les está hablando un soñador de verdad. Estaba emocionalmente caído y entonces le dije: “Que pruebe Dios hacer lo que hago yo, sin verlo, sin oírlo y sin ser omnipotente”. Pasó y al día siguiente, me levanté, tomé mi maleta y recuerdo que Efraín me dijo: “Te voy a confesar algo: Cuando te vi, le dije a Dios: “Dame la actitud de ese hombre”.

Regresé a casa, le conté a la congregación y luego fui con los dueños del terreno a presentarle un maletín lleno de las promesas de fe. Me fui a orar; eran noches las que lloraba y una de esas noches, el Señor me dijo: “Te enseñaré cosas ocultas y escondidas que tú no sabes, pero no te preocupes, lo vas a construir”. Y me empezó a hablar el Señor. Yo empecé a llorar y le dije: “Eso quería escucharte decir, porque si no tengo un sueño, moriría, gracias”. Entonces me habló el Señor: “Tú dices que pruebe hacer lo que tú haces sin ser omnipotente, ni omnisciente, prueba tú hacer lo que hago yo, confiar en ti que lo vas hacer que no eres omnipotente, ni omnisciente”. Me bajaron del globo. Pero Él me entendía por lo que estaba pasando. Tomamos otra tierra, más bella y hermosa que la primera. Era la tierra más codiciable por todos los constructores de este país. El Señor me dijo: “Tu trabajo no son la tierra ni la construcción, sino las almas”. Me dijeron que sólo la alquilaban. Yo les dije que no podía hacer eso. Y me ofrecieron un negocio como ningún otro en Guatemala. Tu mente es como un panal lleno de orificios, cada orificio tiene uno de dos modos en que está, o está apagado o encendido. Cuando llegas a creer que se puede, esa parte de tu mente que no sabe cómo está en “off”, pero cuando crees que se puede, la parte de tu mente que busca el como lo hago, se pone en “On”. Le pasó a María. Ella dijo Creo, cómo será eso? El ES vendrá sobre ti… Tú no te preocupes en tu sueño por el cómo lo voy hacer ni el cómo lo voy a lograr. Si empiezas a poner el como primero, el que siempre va a ser imposible. Como no se como, creo que no se puede. Así no funciona la mente, ni la fe, ni Dios. Todos estos días has pensado y como, no importa, porque por estar pensando en el como, no has pensado el que. Primero se cree en el que y luego en el como. El justo por su fe vivirá. Cómo hemos llegado a Noches de Gloria? No sé, pero llegamos. Si alguien me quiere convencer que lo que digo no se puede, llegó tarde, ya lo logré.

Salmo 126
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión, seremos como los que sueñan.

¿Qué es lo primero que la Biblia menciona de alguien que es libre? Que puede soñar. El Señor Jesús me hizo libre para ser salvo, y luego, para soñar. ¿Qué es lo que mata un sueño? La esclavitud. Si eres esclavo de la ignorancia, no vas a soñar; si eres esclavo del sexo ilícito, no vas a soñar; todo lo que lo vuelve a uno esclavo, lo aleja de sus sueños. Tú ya eres libre, Jesús ya te dio la libertad, pero en tu libertad, te haces de nuevo esclavo. Cualquiera que sea tu vicio, te estás haciendo esclavo y al hacerlo, dejando de soñar. El sueño de algunos deportistas que han caído en vicios, han truncado sus sueños. Yo tengo amigos míos que a la edad de 28 años murieron de infarto, sus sueños y los de sus hijos, desaparecieron. Jovencita, tú quieres casarte, me parece bien. Tener el sueño de acostarte con él en el matrimonio está bien, pero si lo haces antes, se va a volver en una pesadilla. Si sueñas con un buen matrimonio, no te andes metiendo mano, porque te puedes embarazar y arruinarte la vida. Por una calentura, no vale la pena desgraciarte la vida. Todo aquello que es un hábito que me hace daño, rompo con él porque voy a ser un soñador. Sólo los libres pueden soñar. Podemos hablarles a los que están en la cárcel que sueñen, pero es muy difícil para ellos. El 1% de ellos dirá: “compro esa verdad”. Es muy difícil soñar cuando uno está en esclavitud. Si Dios te hizo libre, lo hizo para soñar. Mi sueño es una semilla que llevo dentro; si es una semilla, podemos aplicar la parábola del sembrador al sueño. Hay semillas que cayeron frente al camino y las aves se las robaron. ¿Qué es lo que hace que un sueño se vaya y no se cumpla? Primero, que no tenga raíz, fundamento, sustento. Cuando sueñas, ¿divorciado de qué eres? Sueñas con ser un hombre de éxito y ni siquiera un libro lees. Dice la Palabra que la Palabra que no se entiende, que no se tiene clara, las aves de los cielos se la llevan. Si no tienes claro el sueño y no trabajas por tenerlo más claro en su esencia, todo se va a desaparecer. Yo soñaba con multitudes, pero no sabía cómo hacerlo, gracias a Dios, me dio el Modelo de Jesús. Si no lo tenía claro, el sueño se va. Por falta de claridad de cuál es el sueño, desaparece. Si aún no lo tienes claro, sigue trabajando para que se vaya esclareciendo, no lo abandones.

La segunda dice que cuando viene la aflicción a la semilla o sueño, se quema. Cuando uno tiene un sueño, se somete a aflicciones. Yo estaba llorando, afligido y no sabía cómo volver a recuperar el sueño, pero seguí orando y cuando estaba ahí, se cumplió. Al año, estábamos en la tierra alquilada, y yo me fui con mi equipo pastoral a orar y me paré en la tierra cuando el Espíritu Santo vino sobre nosotros, nos embriagamos en Él. Emocionalmente, es devastador. Cuando yo tenía el sueño de pastorear, me enfermé de los nervios y tuve que aprender a controlar eso, pero no dejé caer el sueño por afligido que estuviera. ¿Cuántos de ustedes están en la universidad? ¿A cuántos a veces no les dan ganas de ir? Cuando Dios me ordenó regresar a la universidad, para honrar a mi madre, llegaba casi vomitando a mi casa, ya no aguantaba. Yo creía que con el testimonio de graduarme, mi mamá se iba a convertir, pero ella más se alejó. Un día iba caminando en la calle, y Dios le habló, se metió en una iglesia y recibió al Señor. Porque es por gracia. ¿Cuántos de ustedes tienen aflicción en el proceso de conseguir un sueño? Aunque me aflija por mucho tiempo el conseguir mi sueño, lo voy a lograr.

Isaías 53
Y verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho.

Cuando Él te mira a ti, queda satisfecho a pesar de la aflicción de su alma. No hay meta que se cumpla sin aflicción.

Tercera, el engaño de las riquezas. Éstas deben de ser consecuencia de un sueño que uno tuvo. No te hagas arquitecto, médico, abogado, ni pienses entrar en el ministerio para ganar bien. Ese no es sueño, sino una consecuencia de otro sueño. Si vas a ser un doctor, es para hacer buenas operaciones; si vas a ser abogado, es para interceder bien por ellos; si vas a ser un político, que sea para mejorar tu país. ¿Cuál es la razón del sueño? Yo estaba ministrando a jóvenes cuando un anciano de una iglesia se sentó junto a mí, y me dijo: “a usted la iglesia debería de pagar por lo que hace”. Y yo le dije: “A mí la iglesia no me tiene que pagar por nada, yo me tengo que comprobar a mí mismo que lo que hago no es por dinero”. Tus sueños tienen que sobrevivir, porque van haber muchas cosas que los van a querer matar.

I Timoteo 4
Todo termina diciendo: “Cuídate de ti mismo”. El peor enemigo de tus sueños está frente a ti cuando te miras frente a un espejo; eres tú mismo y nadie más. No seas tú el que estorbe tus sueños, por falta de disciplina. Cuando ya no aguantes, enciérrate en el cuarto, y di: “Ya no aguanto”, pero continúa. Grita lo que quieras, di lo que quieras, pero no lo hagas. Ora al Señor diciendo: “Voy a orar a ti, porque eres mi Papá, pero no me hagas caso de lo que te diga”. Yo soy sincero con
cash luna

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