¿Sabías que tú eres hoy, el producto de tus decisiones pasadas? ¿Sabías que muchas cosas en tu vida han fallado por las malas decisiones que has tomado? ¿Entiendes que las decisiones que tomes hoy pueden convertir tus sueños en realidad o causar que vivas una vida vacía e insignificante?
El mensaje que deseo compartir hoy contigo es que las decisiones pueden edificarte o destruirte. Miles de jóvenes, alrededor del mundo, no alcanzan la perfecta voluntad ni el plan de Dios para sus vidas, por dos motivos: la indecisión o decisiones equivocadas.
El éxito depende del denuedo que ejercitamos al tomar pasos de fe. El temor para tomar decisiones siempre ha sido un obstáculo en la vida de los jóvenes; porque evita que se conviertan en los individuos que Dios determinó que serían y evita que reciban todo lo que les pertenece.
Tu sueño es especial y único. Por lo tanto, debes hacer lo necesario para que éste se haga una realidad. Hay firmas de abogados que esperan para ganar juicios; clínicas que esperan atender al enfermo; universidades que desean registrar estudiantes, e iglesias que necesitan líderes porque las personas que recibieron la visión para establecer estos lugares permitieron que el temor los detuviera de alcanzar sus destinos. Ellos permitieron que los retos de la vida evitaran que tomaran la crucial decisión que transformaría familias, ciudades y naciones. Jóvenes, entiendan esto: cada obstáculo en sus vidas es la fuerza que los llevará a alcanzar sus sueños. Los grandes hombres y mujeres de la historia enfrentaron una fuerte oposición para alcanzar sus sueños; pero ellos no dejaron que esto los detuviera. La oposición en sus vidas es la señal que prueba la existencia de una gran victoria por venir. Nunca permitas que el temor, la intimidación, la edad, raza, o cualquier otra limitación te robe el poder de decidir.
Por otro lado, hay mucha gente que tuvo el denuedo para decidir. Pero, desafortunadamente, sus decisiones fueron equivocadas y produjeron fracaso, vergüenza y falta de satisfacción (las malas decisiones crean caos). Por otro lado, las decisiones correctas producen paz en el corazón del pueblo. Las decisiones equivocadas causan confusión, tristeza y un vacío que sólo puede ser lleno al tener una relación personal con el que nunca cambia, Cristo Jesús. Ésta es la decisión más efectiva y transformadora que puedes tomar. No se puede decidir entre lo correcto o incorrecto en nuestro futuro, si primero, no aprendemos a escuchar la voz de Dios. Tenemos que buscar al Señor de nuestro pasado, presente y futuro porque conocerlo. Éste es el primer paso que debemos dar antes de tomar una decisión.
Te animo a que abras tu corazón e invites a Jesús, para que Él sea tu único Señor y Salvador. Al hacerlo, toda decisión que tomes en el futuro, será en base a una relación personal con Jesús; el único que decidió obedecer al Padre para poder ofrecernos salvación y librarnos de la condenación eterna. Jesús te da el poder para escoger entre el bien y el mal. Él te permite escoger con quién te casarás y qué amigos tener; qué profesión ejercer, en qué ciudad vivir o a qué iglesia asistir. Éstas son las clases de decisiones que te esperan; pero, cualquiera sea tu decisión, recuerda lo siguiente: Tus decisiones tienen el poder de afectar a cientos y miles de personas. Tus decisiones pueden causar satisfacción, paz y abrir el camino para que otros descubran sus destinos en Dios; pero primero, tienes que tomar la decisión correcta. No puedes darte el lujo de cometer errores porque ésta, y futuras generaciones, pueden y serán revolucionadas, positivamente, por el poder de tus decisiones, o también, sufrir las consecuencias de las mismas, si ignoras lo que Dios tenía planeado para tu vida.
¿Que harás? ¿Continuarás sintiendo temor de tomar decisiones? ¿Acaso escogerás olvidar que tus decisiones pueden tener consecuencias a largo plazo, en las vidas de aquellos que forman parte de tu círculo de influencia? ¿Te negarás a ser un instrumento en las manos de Dios o permitirás que Él te use para cambiar generaciones por medio del poder de tus decisiones? ¡Tú decides! Dios tiene que ser una prioridad en tu vida. Pon a Jesús en primer lugar, y Él, que nunca comete errores, te guiará a tomar tus decisiones. ¡Con Dios, toda decisión que tomes será la correcta!
Por el pastor Frank Hechavarría
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