viernes, 17 de octubre de 2008

Poder para vencer la tentación



Los cristianos tenemos algo que los no cristianos no conocen ni comprenden. Hay una nueva dimensión que empieza en tu vida cuando invitas a Cristo a tu corazón. El Hijo de Dios vive en tu vida y estará contigo para siempre. Pero aunque somos de Cristo, igualmente tenemos tentaciones.
La Biblia dice que nuestro adversario, el diablo, está como león rugiente, tentándonos, tratando de destruirnos. Tu vida siempre estará bajo el ataque del enemigo. La tentación viene a personas de todos los tamaños, lugares y colores. A los ricos y a los pobres. A los cultos y a los ignorantes. A la gente de todas las edades, de todas las razas y de todas las culturas.

Tal vez sientas que tus tentaciones son tan fuertes que no puedes vencerlas. Si ese es tu caso, debo decirte que tengo buenas noticias: Jesús puede controlar tu vida sexual y la mía, pero no solo el aspecto sexual sino mi vida toda. Por eso cuando era un muchachito le di mi vida a Él. Y por eso debes estar seguro de que tienes a Cristo en tu vida. Necesitas al Señor Jesús en tu corazón, a fin de que te dé poder para controlar esta enorme fuerza llamada sexo.

Cuando Cristo viene a tu vida te da poder para controlar tus pasiones y vencer la tentación, de manera que vivas en pureza y en alegría. Por otra parte Él prometió: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” (1 Corintios 10:13).

Recuerda que Cristo fue tentado como nosotros, y porque fue tentado, podemos ir a Él, sabiendo que nos entiende. Él comprende tus tentaciones porque Él mismo las tuvo. Sin embargo, La Biblia afirma que Jesús no tuvo pecado (Hebreos 4:15). Él fue santo, puro y venció la tentación. Cuando el Señor Jesús estaba por ascender al cielo, prometió a sus apóstoles: “Pero recibirán poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo” (Hechos 1:8). El poder del cristiano es el poder para enfrentar la tentación, no solo sexual, sino también otras miles con las que nos enfrentamos. El cristiano tiene poder de Dios para vencer.
Algunos pasos prácticos
Ahora bien, hay ciertos pasos prácticos que todo cristiano debe dar a fin de vivir en triunfo y no dar lugar al diablo: Evita las compañías destructivas. Evita compañerismos que te perjudiquen. “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33). Sí. Uno se acostumbra, y casi sin advertirlo empieza a corromper sus costumbres.

Aprende a evitar el segundo vistazo, la segunda mirada. Si llenamos nuestra mente con basura, no solo comenzaremos a fantasear, sino que haremos flaquear nuestra voluntad. Lentamente, casi sin darnos cuenta, nos iremos debilitando en esta área tan crucial.
Haz un pacto con Dios para disciplinarte. Una paráfrasis de Job 31:1 dice: “Este compromiso establecí con mis ojos: No mirar lujuriosamente a ninguna mujer” (BAD). Muchas de las tentaciones comienzan por la mirada.

Pero no es solo nuestra mirada, es todo nuestro ser y nuestras acciones. La Biblia nos exhorta: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

Todo comienza en la mente. De manera que si nuestros pensamientos son limpios, es mucho más difícil que Satanás y las tentaciones ganen terreno. “Todo lo puro (…) en esto pensad”.

Luis Palau

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