sábado, 24 de enero de 2009
Comodidad con las cosas de este mundo.
Él capitulo de Lucas 17:26-36, habla que en los tiempos de Noé como así mismo en los días de Lot, la gente vivía una vida aparentemente normal pero lejos de Dios. Dice la palabra que comían, bebían, se casaban, vendían, plantaban, edificaban hasta que vino el diluvio en la época de Noé, y los destruyo a todos. Y en los días de Lot llovió fuego y azufre y los destruyo a todos.
El mayor interesado que nosotros vivamos en esta tierra lo mejor posible es el Señor pero si le dedicamos mas tiempo a nuestros esposos, parejas, hijos, amigos, trabajo, carrera, estudios, deportes, sea cual sea la actividad que desarrolle y le restamos tiempo a Dios, disfrutando mas de las cosas de este mundo que pasar mas tiempo en comunión con Dios, esto es un problema. Cuando ponemos la prioridad en otras cosas y no en él, estamos pecando y esto desagrada el corazón de Dios.
La comodidad es una forma de conformarse decimos me siento cómodo con orar 15 minutos al día, con asistir una vez a la iglesia, con leer la Biblia cuando me acuerdo, con ayudar a alguien si esto no me cuesta demasiado esfuerzo. La comodidad no es otra cosa que un corazón tibio (un corazón desobediente) sus prioridades no están centradas en Dios sino en sus propios placeres, el cristiano tibio dice primero yo, y si me queda tiempo y ganas el Señor, esta clase de cristianos no pueden esperar tener éxito en sus vidas ya que nada va a suceder, sus oraciones seguramente son escuchadas pero no contestadas.
Te preguntaras porque?
Por 2 razones:
•Porque no están siendo obedientes a Dios y él bendice la obediencia.
•Es porque tal vez la oración no esta dentro de la voluntad de Dios.
Y como conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas?
Simplemente saliendo de nuestra comodidad, obedeciendo, orando en todo tiempo, leyendo la Biblia y siendo un hacedor de ella, aceptando siempre los no, los si, y los silencios del Señor aunque no nos gusten.
No podemos amar a nadie mas que al Señor, aun ni nuestra propia vida, como dice Lucas 17:33.
Todo el que procure salvar su vida la perderá; y todo el que la pierda, la salvara.
Es la voluntad de Dios que estemos con él en su reino. El señor Jesús ya tiene preparada moradas para nosotros. Es un engaño del enemigo decir que la salvación no se pierde si vivimos una vida cristiana tibia.
Apocalipsis 3:11 dice: He aquí, yo vengo pronto; reten lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Hoy tenemos una salvación que tenemos que cuidar.
Por Marcela Pagella.
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